EL PUEBLO SAHARAUI EN ESPERA DEL REFERENDUM
EL FRENTE POLISARIO DESPUES DE TREINTA Y CINCO AÑOS DE LUCHA VE CADA VEZ MAS DIFICIL SU NDEPENDENCIA
El conflicto del Sáhara es consecuencia, como la de otros pueblos, de una situación de pasado colonial. Los procesos descolonizadores han supuesto en muchos casos importantes conflictos prolongados durante años. Sin embargo, la opinión pública mundial está hoy más sensibilizada que nunca sobre la paz y exige el establecimiento de un orden internacional que la garantice. La celebración del referéndum en condiciones de garantía y el acatamiento de su resultado por Marruecos y el Frente POLISARIO puede suponer el fin del drama saharaui y la normalización de las relaciones entre los pueblos .
UN POCO DE HISTORIA
El Sáhara Occidental está situado en el noroeste de África, a la altura del trópico de Cáncer. Limita al norte con Marruecos, al este con Argelia y Mauritania, al sur con Mauritania y al oeste con el Océano Atlántico. Desde épocas remotas se han detectado la presencia de pueblos nómadas en la zona sahariana atlántica. Durante el último tercio del siglo VII, se inició la penetración del Islam a través de los árabes que a lo largo de siglos impusieron su cultura y su aportación étnica a sus autóctonos bereberes. En el siglo XV un portugués, Joao Fernández, fue el primer europeo que exploró la región.
Juan de Bethencourt, conquistador de las Canarias como feudatario de España, reconoció en 1402 las costas saharianas. Sin embargo, habrá que esperar hasta finales del siglo XIX para que se inicien los primeros intentos serios de penetración y asentamiento español. En 1884, E. Bonelli estableció varios puertos en la costa, entre ellos Villa Cisneros sometiendo así al territorio a la soberanía española. A partir de 1934, la presencia española en el Sáhara empezó a consolidarse y se fueron sentando las bases de la que sería una nueva provincia española.
En enero de 1958, el Sáhara fue convertido en provincia española regida por un Gobernador General. Desde entonces y hasta el año 1975, la población saharaui fue adquiriendo cada vez más importancia y nacieron los primeros grupos que reivindicaban la independencia del Sáhara.
En noviembre de 1975 y tras la “marcha verde” marroquí sobre el Sáhara, se firmaron el 14 de noviembre, los Acuerdos Tripartitos de Madrid que anunciaban la retirada española del territorio el 26 de febrero de 1976 y el posterior reparto del territorio entre Marruecos y Mauritania. El Sáhara está administrado exclusivamente por Marruecos desde 1979.
El pueblo saharaui, que lleva treinta y cinco años en el exilio, tiene una organización digna de envidia por otros paises. Tiene un presidente que es Mohamed Abdelazis, que lleva casi desde el principio gobernando aunque cada tres años hay elecciones, un primer ministro y los Ministerios de Interior, Defensa, Información y Cultura, Enseñanza y Dotación, Trasporte y Equipamiento y Comercio y Desarrollo.
Los países que más ayuda les mandan son Suecia, Alemania, Italia, Irán y la India, además de Argel que la considera su segunda patria.
Los hombres tienen que estar en el frente la mayoría del tiempo, descansando unos tres meses al año que lo emplean en organizar su Jaima, aunque siempre en estado de emergencia.
Los niños van todos al colegio ya que no hay nadie sin escolarizar y los más pequeños ala guardería.
Para los ancianos hay un centro de acogida en los que permanecen cuatro meses al año para reponerse y luego volver con sus familias.
El pueblo saharaui es un pueblo muy hospitalario, con la mayoría de ellos hablando español y en espera paciente del referéndum, sin odio al pueblo español pero con rencor a los dirigentes que los traicionaron.
El pueblo saharaui está encuadrado en el subgrupo hamita del norte de África, teniendo rasgos similares a los moradores guanches de las Islas Canarias y también con los actuales mauritanos.
El habla común de los saharauis es el hasanía, dialecto próximo al árabe literal. Físicamente los saharauis son gentes de elevada estatura, su media es de 1,68m., encontrándose frecuentemente individuos de 1,90m. de altura. A pesar de ser delgados, los saharauis destacan por su agilidad y resistencia, característica ésta de los hombres que viven en el desierto
El saharaui es monógamo, el papel que desempeña la mujer saharaui dentro de la sociedad es muy importante y con un grado de libertad y participación superior al de otras tribus de las regiones islámicas de África.
PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN EL PUEBLO SAHARAUI
Para la mujer saharaui, 1975 fue el inicio de una lucha por la supervivencia y contra la ignorancia. Cuando España abandonó su colonia en el Sáhara y Marruecos comenzó la invasión del territorio, los saharauis huyeron hacia un exilio indefinido en el árido territorio que Argelia les prestó. Todo el pueblo comenzó la doble tarea de organizar los campamentos de refugiados y combatir en una guerra contra el poderoso Marruecos, sin armas, sin medios, sin comida, sin nada. Para las mujeres, la tarea fue triple porque, además, tuvieron que combatir contra el bajo nivel de alfabetización – sólo una minoría sabía leer y escribir – contra la ignorancia y la pasividad. Forma parte ya de la historia reciente de las mujeres saharauis la experiencia de Minatu Mohamed en el Congreso Fundacional del Frente POLISARIO. Fue elegida secretaria general de la Mujer y, por lo tanto, miembro del Buró Político del Frente POLISARIO, pero su voz se escuchó mediante una grabación de casete: “Apenas sabia leer ni escribir y el miedo escénico me impedía poder pronunciar la intervención”. Cuando el éxodo en los momentos difíciles, las mujeres jugaron un papel fundamental en la construcción de los campamentos, en la defensa de las aldeas invadidas, en la construcción de escuelas y guarderías. Lo que ahora llamamos “dairas” sólo eran chabolas para proteger a los niños de la guerra.
Las mujeres no solo se dedican a las tareas domésticas sino que todas tienen otras ocupaciones que van desde la medicina a labores artesanas y educativas. La actividad desarrollada por las mujeres saharauis es intensa. Desde que amanece comienza una labor constante durante todo el día. Trabajan la tierra, tejen tapices, enseñan en las escuelas, atienden a los enfermos, cuidan de sus hijos y de sus ancianos.
En los campamentos, también se encuentran mujeres excombatientes del Frente Polisario que lucharon contra los soldados marroquíes hasta que se decretó el alto el fuego entre las partes, aunque este acuerdo ha sido violado en numerosas ocasiones.
Algunas mujeres siguen una instrucción militar elemental que las capacita para la eventual autodefensa de los campamentos.
Muchas mujeres nos representan también en diversos organismos, ya que los hombres vienen en los periodos de permiso o cuando tienen que reponerse de alguna enfermedad o de sus heridas; nosotras nos hemos acostumbrado a estas largas ausencias.
La práctica tradicional de los matrimonios arreglados por la familia ha dejado paso a los matrimonios libremente elegidos. Hoy, una mujer saharaui no necesita autorización paterna para casarse. Si hay oposición familiar, intervienen amigos y conocidos para vencer las resistencias, pero, en último extremo, el comité de justicia decidirá a favor de los derechos de la mujer. El divorcio es práctica habitual. Los malos tratos son causa inmediata de divorcio y hay numerosos casos que después de uno o dos años, se han casado de nuevo.
Respecto a los niños su formación es la pieza clave de la sociedad saharaui, ya que para que los adultos puedan colaborar al desarrollo de su sociedad deben haber recibido una educación completa, sobre todo en áreas como medicina y magisterio. El cien por cien de los niños están escolarizados. Esto se debe casi exclusivamente al esfuerzo de la mujer. La estructura educativa comienza por los jardines de infancia. Al cumplir los seis años todos los niños reciben educación gratuita y obligatoria en las escuelas situadas en sus darías. Después del colegio ingresan en internados situados en los mismos campamentos. Al concluir este periodo el nivel de los alumnos al del bachillerato español. Los más destacados obtienen becas para estudiar en el extranjero ( Argelia, Cuba…). Las clases están impartidas por mujeres.
